10 tipos de tejados que toda persona debería conocer
El diseño de una cubierta es importante tanto desde el punto de vista estético como del funcional. Así que, aunque el estilo es la primera cosa que se nos pasa por la cabeza, no hay que perder de vista la importancia de la funcionalidad, la durabilidad y la resistencia. No en vano, el tejado representa la principal barrera de protección de una vivienda contra las inclemencias del tiempo.
¿Te gustaría saber más sobre los diseños de cubierta y su funcionalidad? ¡No te pierdas esta lista de tipos de tejados básicos!
Tipos de cubiertas
Elegir una forma de cubierta resulta más complicado de lo que parece a simple vista. Existe una gran variedad de diseños y cada uno aporta propiedades únicas. A continuación, te mostramos los principales y más usados tipos de cubiertas y tejados que se emplean actualmente.
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Cubierta a dos aguas
La cubierta a dos aguas es el tipo de tejado más común y todo un clásico en el mundo de la construcción. Está compuesto por dos faldones que pueden ser simétricos o asimétricos y presentar distintos grados de inclinación o pendiente.
Este forma de cubierta es muy funcional: fácil de construir, drena bien el agua, facilita la ventilación y se adapta a la mayoría de los diseños arquitectónicos.
El tejado a dos aguas se empleó por primera en la construcción de los antiguos templos de la civilización griega y ha perdurado hasta la actualidad gracias a su eficiencia y sencillez.
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Cubierta a cuatro aguas
La cubierta a cuatro aguas es algo más compleja y suele estar compuesta por 4 planos inclinados. Al igual que la cubierta a dos aguas es bastante popular pero, al contrario que esta, no permite una ventilación óptima.
Al carecer de elementos verticales extremos que se opongan al viento, este tipo de cubierta ofrece un mejor rendimiento en zonas con vientos fuertes.
Los tejados a cuatro aguas tienen forma de pirámide y dotan al edificio de un aspecto compacto y sólido.
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Cubierta holandesa
Este tipo de construcción surge durante el siglo siglo XVI en la región de Flandes. El tejado a dos aguas holandés combina los beneficios tanto de la cubierta a dos aguas como de la cubierta a cuatro aguas.
La cubierta holandesa es similar a una cubierta a cuatro aguas con una cabeza en ambos extremos de la casa. Este diseño facilita el acceso a la parte inferior de la cubierta además de añadir luz natural y espacio extra.
Presenta una gran solidez y un óptimo drenaje de agua. Su principal desventaja es una mayor complejidad y coste que otras alternativas.
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Cubierta con faldones de mansarda
La cubierta con faldones de mansarda y cabeza presenta más dificultades de construcción que la cubierta a dos o a cuatro aguas.
Los faldones de mansarda tienen más inclinación que los faldones de cubierta, al igual que en la cubierta amansardada. Esto permite aprovechar mejor el espacio interior del techo.
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Cubierta plana
La mayoría de las cubiertas planas no lo son al 100%, sino que están ligeramente inclinadas. Para que una cubierta se considere plana su pendiente debe ser inferior al 5%.
Esta inclinación sutil permite drenar mejor el agua, uno de los principales problemas de este tipo de techado. En lugar de evacuar el agua como ocurre en los tejados inclinados, la cubierta plana la canaliza hasta un sumidero. Se hace, por tanto, imprescindible el uso de materiales impermeabilizadores que garanticen una óptima estanqueidad.
Puede presentar uno o varias faldones y es más habitual en lugares secos y con escasas lluvias.
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Cubierta a un agua
La cubierta a un agua se caracteriza por tener un solo faldón inclinado hacia un lado y que no está conectado con otras partes de la vivienda.
El drenaje de agua en este tipo de techo es muy efectivo y su sencillez, al no presentar puntos de unión con otras vertientes, facilita su mantenimiento.
No es habitual encontrar históricamente en arquitectura esta forma de cubierta como tejado principal de un edificio, sino que suele aparecer en edificaciones adjuntas o extensiones.
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Cubierta en mariposa
El tejado en mariposa (conocido también como tejado en V), es un diseño muy moderno y estético en el que los faldones de la cubierta se inclinan hacia dentro. Se trata de un tejado a dos aguas invertido.
Recibe este nombre debido a su semejanza a las alas de una mariposa y se asocia con los Estados Unidos y la arquitectura moderna de mediados del siglo XX.
Este tipo de cubierta aporta mucha luz y ventilación, pero resulta problemático para drenar el agua de lluvia. Al igual que en el caso de los tejados planos, la lluvia es recogida y posteriormente canalizada hacia un desagüe.
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Cubierta a la Mansarda
La cubierta a la Mansarda es un diseño francés atribuido a François Mansart que aporta mucho espacio adicional en el ático. La construcción de mansardas permite abrir al exterior los desvanes mediante la inclusión de ventanas.
Su popularidad comienza a partir de su inclusión en el Palacio de Versalles y llega a su esplendor en la reforma Haussmaniana que dio origen al París Moderno.
Cada lado del tejado está compuesto por un faldón de cubierta y un faldón de mansarda. La inclinación más pronunciada de los faldones de mansarda permite aumentar y optimizar el espacio bajo la cubierta.
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Cubierta abuhardillada
La cubierta abuhardillada se caracteriza por incluir ventanas de buhardilla para aportar luz e incrementar el espacio existente. Las ventanas de buhardilla (a dos aguas, planas, etc.) sobresalen y crean espacio útil fuera de la cubierta, además de aportar luz natural adicional.
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Cubierta en dientes de sierra
La cubierta en dientes de sierra o en forma de M es una cubierta compuesta por dos o más cubiertas a dos aguas.
Los tejados de dientes de sierra son muy característicos de fábricas y edificios industriales, donde se usan con la finalidad de permitir la entrada de luz natural.
Como puedes ver, los tipos de cubierta son numerosos y variados. Estos son solo algunos, pero existen infinidad de combinaciones. En nuestra infografía sobre las partes de la cubierta desciframos la compleja composición de las cubiertas.
Al igual que diseños, también hay muchos materiales de cubierta entre los que elegir, cada uno con unas características. La cubierta de pizarra natural es una apuesta segura. Su belleza natural y sus increíbles propiedades técnicas aportan estética, resistencia y durabilidad a tu hogar.
¿Te interesa el tema de los diseños y estilos de cubierta? No te pierdas este artículo en el que recopilamos 10 casas contemporáneas con cubiertas inclinadas.
