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Entrevista: Mari Carmen es seleccionadora de pizarra y trabaja con su madre y su hermano en CUPA PIZARRAS (3/3)

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¿Recuerdas las entrevistas de Marisol Muñoz y David Solís? Nos explicaron su profesión y lo que significa para ellos trabajar en familia. Pero aún hay más, porque Mari Carmen Solís, hermana  de David e hija de Marisol también trabaja con ellos. Hoy vamos a conocer su historia.


 

Mari Carmen tiene 30 años y lleva 9 años trabajando en CUPA PIZARRAS. Es seleccionadora en nuestra nave Arcas 2, en San Pedro de Trones (León) y comparte trabajo con su madre y hermano desde hace 9 y 4 años respectivamente.

Explícanos tu día a día ¿En qué consiste tu trabajo?

Soy seleccionadora y embaladora. Mi trabajo es seleccionar las piezas de pizarra, separarlas en cada una de las 4 selecciones (R, H, Eco y Heavy). Mi función es  identificar qué pizarra debe ir en cada una de esas categorías dependiendo de la planitud y el espesor de cada pizarra.  Después de clasificarlas, hay que embalarlas en paletas de madera.

¿Qué se necesita para ser una buena  seleccionadora de pizarra?

Hace falta paciencia y fuerza  de voluntad.  Al principio puede parecer algo duro, pero cada día que pasa te va gustando más. Al menos eso es lo que me pasó a mí. Ahora me encanta mi trabajo y además, como se me da bien, me va gustando cada día más.

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¿Qué es lo que te hace única seleccionando?

En realidad yo no me considero única, sólo intento hacer cada día mi trabajo lo mejor posible. Pero mi mayor cualidad es que soy muy constante.

Cada día vengo con una sonrisa a trabajar. Me gusta seleccionar la pizarra, y además tengo muy buena relación con mis compañeros. Aunque tengo que reconocer que me gustaba mucho también embalar. ¡A veces hasta lo echo de menos! Soy una persona muy activa y es lo primero que aprendí a hacer.

Con el paso del tiempo, ¿cómo ha ido cambiando tu forma de trabajar?

Con los años he ido mejorando gracias a las recomendaciones del encargado. Él me ha ido corrigiendo, aconsejando y enseñando,  y el cambio se nota.

Lo que más me compensa es escuchar lo que opinan de mí mis compañeros. Muchos me dicen “Da gusto trabajar contigo”, y ésa es la mejor recompensa que una puede tener. Saber que te gusta lo que haces y además saber que lo haces bien. Eso es lo que me motiva cada día.

¿Qué conocías del proceso de producción de la pizarra?

En mi pueblo y en mi familia siempre ha habido mucha tradición de pizarra. Conozco a mucha gente que trabaja en este sector, ¡incluso mi padre! Y yo quise probar.

Primero empecé a trabajar en otra empresa, y el primer año fue muy duro. Lo pasé bastante mal, incluso lloraba, y llegué a pensar que no valía para esto. Pero después entré a trabajar en CUPA PIZARRAS, y ya ves, 9 años después sigo aquí. Y me encuentro muy a gusto.

¿Cuál fue la reacción de tu madre al conocer que te querías dedicar a lo mismo que ella?

En realidad no lo hice por seguir los pasos de mi madre. No se me daba demasiado bien estudiar y en aquel momento mi familia tampoco tenía muchos medios económicos. Así que decidí empezar a trabajar. Comencé como mucha gente hace, trabajando de camarera. Aunque poco a poco me di cuenta de que eso no era lo mío y que necesitaba más estabilidad.

Entonces hablé con mi madre para que me ayudara a encontrar un trabajo como el suyo. Y aquí estoy después de 9 años, trabajando junto a ella y mi hermano. En realidad ella siempre me apoyó.

¿Qué se siente al tener a tu madre tan cerca en el trabajo?

Bueno, ahora está un poco más lejos, porque trabaja como seleccionadora en otra nave, en Arcas I. Pero cuando empecé sí estábamos juntas. De hecho, ella era seleccionadora y yo embalaba las pizarras que ella seleccionaba.

No te voy a mentir, al principio fue algo incómodo, porque me trataba como hija, no como compañera. Y claro, a veces me “regañaba”, como hace una madre a su hija en casa. Hasta que llegó un día en el que lo hablamos. Y a partir de ahí ella dejó de hacerlo, dejó de tratarme como a su “nena” para hablarme como a una compañera de trabajo más.

¿Dirías que ella te ha ayudado a mejorar?

Desde luego. Siempre he aprendido de mi madre. Me ha ayudado mucho a mejorar mi técnica, pero no sólo eso: sus consejos también han sido muy útiles. Y la compañía y apoyo de mi hermano también han sido muy importantes para mí. Además, compartir profesión y empresa nos ha hecho estar aún más unidos. 

Mari Carmen Solís con David, hermanos y compañeros de trabajo en Arcas 2

Ya hemos conocido a la familia Solís-Muñoz al completo. ¿Quieres conocer todas las novedades de CUPA PIZARRAS? No te pierdas los próximos artículos en nuestro blog.