Fachada
16/01/2024

Qué es una fachada ventilada y cuáles son sus ventajas

estructura de una fachada ventilada
La fachada ventilada es un sistema constructivo que dispone de una cámara de aire entre la capa de revestimiento exterior y la capa aislante del soporte o muro interior. Debido a la incorporación de esta cavidad al edificio, se logran eliminar puentes térmicos y problemas de penetración de humedad o condensación.

La fachada ventilada es el sistema constructivo más eficiente para el cerramiento de edificios que existe en la actualidad. Una solución que encaja a la perfección dentro de las tendencias de arquitectura sostenible, cuya instalación es más fácil de lo que parece. ¿Quieres saber cómo funciona el sistema de fachada ventilada y cuáles son sus ventajas? ¡Sigue leyendo!

Las fachadas que no están correctamente aisladas suponen una pérdida energética considerable en viviendas particulares y otros edificios. Por el contrario, la fachada ventilada se caracteriza por crear una cámara de aire en la fachada exterior del edificio que favorece el ahorro energético.

Al combinar la fachada ventilada con un sistema de aislamiento exterior, dotamos al edificio de múltiples ventajas como el incremento del aislamiento térmico y acústico, entre otras ventajas que nombraremos más adelante.

Primero antes vamos a detenernos en el origen de la fachada ventilada, en inglés “rainscreen cladding”. La mayor parte de los estudiosos del tema consideran que el arquitecto canadiense G.K. Garden es el padre de este sistema, que ya utilizó en 1963.

En su artículo “Rain Penetration and its Control”, publicado en Canadian Building Digest, el arquitecto canadiense estableció los principios de este popular sistema constructivo. Garden indica:

La penetración de la lluvia es el resultado de una combinación de agua en una pared, aberturas que permiten su paso y fuerzas para impulsarla o atraerla hacia adentro. Se puede prevenir eliminando cualquiera de estas tres condiciones.

En qué consiste un sistema de fachada ventilada

El sistema de fachada ventilada se compone de un muro soporte, una capa aislante y un material de revestimiento que se fija al edificio con una estructura portante. Gracias a esta estructura, entre el muro portante y el material de revestimiento se crea una cámara de aire, no estanca, que permite la ventilación.

Entre el muro soporte y el revestimiento suele haber una capa de aislante, pero no siempre es así, ya que el propio muro soporte puede ser aislante o el material aislante puede colocarse por dentro de la vivienda.

Muro soporte

El muro soporte es el encargado de asegurar la estabilidad del edificio. Este muro debe ser lo suficientemente estable como para soportar el peso del revestimiento y los esfuerzos que este le transmite. Este muro soporte puede ser de ladrillo, hormigón o madera, entre otros materiales. Lo más importante es realizar un cálculo para asegurarse de que el muro portante soporta el peso del material de revestimiento por m2.

Cámara de aire

La cámara de aire tiene una apertura en la parte superior y otra en la parte inferior, que permiten la circulación constante de aire. Estas aperturas deben protegerse correctamente para evitar la entrada de agua, ya que el agua disminuiría la eficacia del aislante.

En la apertura inferior de la fachada, lo que se conoce como el arranque de la fachada, se incorpora un perfil perforado que además de permitir la ventilación a través de sus orificios, constituye una protección anti roedores.

cierre de la apertura inferior de la fachada ventiladaperfil perforado del arranque de la fachada ventilada

En la apertura superior, conocida como la coronación de la fachada, se instala una chapa metálica de remate que protege contra la entrada de agua, pero deja el espacio suficiente para permitir la ventilación constante.

coronación de la fachada ventilada cierre de la apertura superior de la fachada ventilada

Es importante destacar que para que esta cámara de aire esté correctamente ventilada, es esencial que tenga al menos 2 cm de ancho en las zonas más estrechas. Asimismo, se recomienda que la superficie mínima de ventilación varíe según la altura del edificio.

¿Qué significa esto en términos de eficiencia energética?

Como consecuencia de las diferencias de temperatura, en este espacio intermedio se produce un fenómeno de convección natural conocido como «efecto chimenea».

Este fenómeno de convección natural hace que en verano el aire caliente suba y que la cámara de aire se renueve de aire más frío. Mientras que, en invierno, el aire no se calienta lo suficiente como para ascender, por lo que el aire de la cámara no se renueva y la capa de aislamiento retiene el calor que proviene del interior. Esto evita el sobrecalentamiento en los meses de más calor y hace que la temperatura interior de la vivienda se conserve mejor durante los meses más fríos.

funcionamiento de la fachada ventilada en verano e invierno

Por lo tanto, la circulación constante del aire del exterior al interior de la cámara es esencial para que las prestaciones de la fachada ventilada sean óptimas. Ya que, como podemos observar, esta es la responsable de las numerosas ventajas que caracterizan a la fachada ventilada.

La eficiencia energética es, por tanto, superior a la lograda con otros sistemas como el SATE, que no disponen de esta cámara de aire y no se benefician del citado efecto chimenea.

Capa aislante

El aislamiento se puede realizar en el exterior o en el interior de la vivienda, pero se recomienda privilegiar su instalación en el exterior del muro soporte para garantizar un mejor rendimiento en términos de dilatación y contracción. Cuando instalamos el aislante por dentro de la vivienda, ya no forma parte de la fachada ventilada, por lo que se impide su movimiento y transpiración.

No obstante, en algunos proyectos, por cuestiones normativas o funcionales, el aislante no puede ir fuera. En estos casos, desde el punto de vista de la eficiencia térmica, es mejor tener el aislamiento en el interior que no incluirlo.

En lo que se refiere a los aislantes para fachada ventilada, existen diferentes tipos. El tipo y el espesor del material aislante se selecciona para cada proyecto en función de su capacidad aislante y de las necesidades de la obra (ubicación, orientación, tipo de construcción, etc.).

Material de revestimiento

Se pueden usar muchos materiales para el revestimiento exterior, como la cerámica, cerramientos metálicos, la madera o la pizarra natural. Lo más importante es optar por un material de calidad, resistente y duradero que complemente la eficiencia de la fachada ventilada.

Fachada ventilada en renovaciones o rehabilitaciones

En las renovaciones de edificios, cambiar una fachada convencional por una ventilada es completamente viable. Para ello, hay que retirar el material de recubrimiento existente y limpiar el muro soporte si tuviera alguna humedad o desperfecto antes de instalar el sistema de fachada ventilada.

Asimismo, en algunas rehabilitaciones, la capa aislante no puede integrarse dentro del sistema de fachada ventilada y debe colocarse en el interior del edificio, para evitar que la fachada sobresalga demasiado.

Ventajas del sistema de fachada ventilada

A continuación, una vez aclarado en qué consiste el sistema de fachada ventilada y cómo funciona, os vamos a presentar algunas de las ventajas de instalar una fachada ventilada en edificios y viviendas.

ventajas de la fachada ventilada

Evita la condensación y la humedad

Este sistema de fachada reduce la condensación y la humedad proveniente tanto del interior como del exterior del edificio. La circulación continua del aire dentro de la cámara de aire supone una capa de protección extra y elimina las posibles filtraciones de agua que puedan colarse entre las juntas del material de revestimiento.

Prolonga la vida útil de la fachada

La ventilación constante dentro de la cámara de aire mejora la durabilidad del material de revestimiento exterior, ya que lo mantiene seco. La vida útil de la fachada es aún mayor si se opta por un material duradero y resistente como una pizarra natural de calidad.

Reduce los movimientos estructurales

Como comentábamos al principio, la cámara de aire permite mantener una temperatura más estable en el cerramiento del edificio. Esto ayuda a evitar la aparición de grietas y fisuras, ya que al no producirse cambios bruscos de temperatura la estructura es menos susceptible de sufrir movimientos de dilatación o contracción.

Mejora el aislamiento térmico y acústico

La capa aislante es opcional, pero al combinarla con la fachada ventilada, mejoramos considerablemente el aislamiento térmico y acústico del edificio. Esto conlleva múltiples mejoras para la salud, ya que se reduce la contaminación medioambiental y con ello problemas de salud derivados del exceso de ruido como pueden ser el estrés o el cansancio. Asimismo, este sistema elimina los puentes térmicos.

Aumenta la eficiencia energética

La fachada ventilada facilita la refrigeración del edificio en verano y el control de la dispersión del calor en invierno, lo cual favorece tanto el ahorro energético como el confort térmico. Gracias al sistema de fachada ventilada podemos llegar a ahorrar entre el 30 y 40 % en nuestras facturas.

Requiere poco mantenimiento

El mantenimiento de la fachada ventilada es casi nulo, especialmente si eliges un material de revestimiento que resista bien las inclemencias del tiempo como una pizarra natural de calidad.

Aporta valor al edificio o vivienda

La inversión extra inicial se amortiza gracias a la durabilidad, la eficiencia energética y el bajo coste de mantenimiento de la fachada. Por lo que es una solución excelente tanto para proyectos de nueva construcción como para proyectos de rehabilitación.

La fachada ventilada es una solución muy ventajosa tanto desde el punto de vista económico como del energético. Es una apuesta por el futuro y la sostenibilidad, que permite al mismo tiempo reducir considerablemente tus facturas de calefacción y aumentar el confort térmico de tu vivienda.

¿Cómo se instala una fachada ventilada?

Aunque en el montaje de una fachada ventilada intervienen varios componentes (escuadras, aislante, perfiles, chapas de remate,…) no es tan complicado como a priori pudiera parecer. A continuación te dejamos un par de videos para que veas todo el proceso paso a paso.

En este primer video mostramos la instalación de un sistema con fijación invisible. Se emplean tornillos autotaladrantes de acero inoxidable con cabeza plana que quedan completamente ocultos una vez finalizada la instalación.

En un segundo video podemos ver el montaje de una fachada con fijación visible en la que se emplean grapas de acero inoxidable. Para reducir los tiempos de instalación, los perfiles metálicos constan de ranuras que predefinen la posición de las grapas, evitando tanto la necesidad de trazar guías verticales como la de atornillar individualmente cada grapa.

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